0 0
Read Time:3 Minute, 50 Second

Luego de superar la COVID-19, Raúl anhela que llegue el miércoles para volver a conducir su taxi, sus ahorros se pulverizaron en las cuatro semanas que pagó tratamiento para él y su esposa. Ninguno de los dos ha reparado en que este es «año electoral».

“Yo siempre voto, pero ahorita no sé ni quiénes quieren ser candidatos ni qué vamos a elegir”, expresa, ajeno de que este año la elección más grande en México coincide con la pandemia que ha enlutado 154 mil familias en el país y 2 mil 600 en Oaxaca.

Se deberían suspender

Con un contador de muertes por COVID-19 que no se detiene y con la incidencia más alta de casos en el 2021, el presidente del Colegio Médico Doctor Aurelio Valdivieso, Fortunato Flores Corzo opina que ni en Oaxaca ni en el país debieran haber elecciones.

“No se debería realizar nada. Con tanto muerto es como si estuviéramos en una guerra, sólo que en esta pandemia el personal sanitario va a adelante y los del Ejército atrás”, reflexiona.

Pero la maquinaría política no se ha detenido. Los actos anticipados de campaña están en su apogeo.

El proceso electoral de este 2021 comenzó en octubre del año pasado, las campañas para diputaciones federales y las locales, así como para las presidencias municipales arrancarán en abril.

“Lo que hacemos es ir hacia adelante creyendo que la pandemia la vamos a superar, pero es más bien como un deseo, porque las condiciones para ello no están presentes”, reflexiona el historiador José Francisco Ruiz Cervantes. 

El también director del Instituto de Investigación en Humanidades de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), no recuerda un antecedente que haya frenado una elección.

Tras hurgar en su memoria lo que más asemeja a esta pandemia que se vive por la COVID-19 es la epidemia de cólera en el país en 1833, la de tifoidea en 1915 o la gripe española que entre 1918 y 1922 que causó 25 mil muertes en Oaxaca.

“Fueron epidemias que no propiamente afectaron las elecciones que en Oaxaca se dieron hasta 1920”.

En ese año se eligió al gobernador Manuel García Vigil, ya que en la primavera previa iban a haber elecciones presidenciales que detuvo la rebelión de Agua Prieta y Álvaro Obregón llegó al poder.

Son 2.6 millones de personas con credencial de elector vigente, entre ellas 53.3 por ciento de mujeres podrán ejercer su derecho al voto el próximo 6 de junio, pero la pandemia anticipa un “abstencionismo inigualable” porque la clase política se prepara como si fuera otro momento de la pandemia, sin reparar en el desánimo de la gente. 

Falta el debate

Lo preocupante para la socióloga Gloria Zafra Martínez es que hay un silencio de los dirigentes de los partidos políticos o las autoridades locales que deberían propiciar un debate sobre la realización o no de las elecciones este 6 de junio y las modificaciones legales que se tendrían que hacer para aplazarlas o suspenderlas.

“Es poco probable que sin esas voluntades o peticiones pudiera haber un cambio” y la votación está a la vuelta de la esquina, sin intercambio de opiniones que analice si “en términos operativos” es viable instalar consejos municipales, distritales y las casillas.

Y agrega: “Se está partiendo de que si se va a poder realizar la elección, con la sana distancia y las prevenciones de contagios, pero estamos en un escenario ante el cual no se están planteando aún las dificultades”. 

La ex directora de Sistemas Normativos Internos del Instituto Estatal Electoral y Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPO) hizo ver que tampoco los municipios se han pronunciado al respecto.

La “situación difusa” en la política de salud alcanza también al proceso electoral, con diputados que buscan vacunarse contra la COVID-19 para poder hacer campaña, sin que esté claro cómo presentarán sus propuestas y si realmente harán algo útil para atender problemáticas como la inseguridad, los feminicidios y la propia pandemia, “o sólo actuarán para mantener posiciones o arrebatar control al partido mayoritario”.

Esperanzados en la vacuna

El infectólogo Yuri Roldán Aragón confía que para cuando se realicen las votaciones un porcentaje importante de la población, sobre todo la de mayor riesgo, se haya vacunado y junto con los que se recuperaron, la pandemia no tenga el mismo impacto que ahora.

El problema radica en las campañas de las y los candidatos, pues si reúnen a grupos grandes de personas “implicarían un contaminadero muy grande”, pues las autoridades de salud siguen sin tener una manera efectiva de crear conciencia sobre los mecanismos de protección. 

fuente staff

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
0 %
Previous post Enero deja saldo de 410 muertes en Oaxaca por COVID-19
Next post Más de 444 mil casas deshabitadas en Oaxaca

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *